lunes, 28 de febrero de 2011

"Yo" y "Mío"

"Yo" y "Mío": "

Cuando un bebé aprende que una secuencia de sonidos emitidos por las cuerdas vocales de sus padres corresponde a su nombre, el niño comienza a asociar la palabra, la cual se convierte en pensamiento en su mente, con lo que él es. En esa etapa, algunos niños se refieren a sí mismos en tercera persona. 'Felipe tiene hambre'. Poco después aprenden la palabra mágica 'yo' y la asocian directamente con su nombre, el cual ya corresponde en su mente a lo que son. Entonces se producen otros pensamientos que se fusionan con ese pensamiento original del 'yo'. El paso siguiente son las ideas de lo que es mío para designar aquellas cosas que son parte del yo de alguna manera. Así sucede la identificación con los objetos, lo cual implica atribuir a las cosas (y en últimas a los pensamientos que representan esas cosas) un sentido de ser, derivando así una identidad a partir de ellas. Cuando se daña o me quitan 'mi' juguete, me embarga un sufrimiento intenso, no porque el juguete tenga algún valor intrínseco (el niño no tarda en perder interés en él y después será reemplazado por otros juguetes y objetos) sino por la idea de lo 'mío'. El juguete se convirtió en parte del sentido del ser, del yo del niño.



Sucede lo mismo a medida que crece el niño, el pensamiento original del 'yo' atrae a otros pensamientos: viene la identificación con el género, las pertenencias, la percepción del cuerpo, la nacionalidad, la raza, la religión, la profesión. El Yo también se identifica con otras cosas como las funciones (madre, padre, esposo, esposa, etcétera), el conocimiento adquirido, las opiniones, los gustos y disgustos, y también con las cosas que me pasaron a 'mí' en el pasado, el recuerdo de las cuales son pensamientos que contribuyen a definir aún más mi sentido del ser como 'yo y mi historia'. Estas son apenas algunas de las cosas de las cuales derivamos nuestra identidad. En últimas no son más que pensamientos sostenidos precariamente por el hecho de que todos comparten la misma noción del ser. Esta interpretación mental es a la que normalmente nos referimos cuando decimos 'yo'. Para ser más exactos, la mayoría de las veces no somos nosotros quienes hablamos cuando decimos y pensamos el 'Yo', sino algún aspecto de la interpretación mental, del ser egotista. Una vez acaecido el despertar continuamos hablando de 'yo', pero con una noción emanada de un plano mucho más profundo de nuestro ser interior.



Eckhart Tolle
Una Nueva Tierra

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