jueves, 9 de diciembre de 2010
Necesitaba un abrazo
Necesitaba un abrazo: "
Hace veinte años, yo manejaba un taxi para vivir. Lo hacía en el turno de la noche y mi taxi se convirtió en un confesionario móvil. Los pasajeros se subían, se sentaban atrás de mí en total anonimato, y me contaban acerca de sus vidas. Encontré personas cuyas vidas me asombraban, me ennoblecían, me hacían [...]"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario