lunes, 6 de diciembre de 2010
Al mantener mi mente en Dios, disfruto de calma y serenidad
Al mantener mi mente en Dios, disfruto de calma y serenidad: "
La paz interna es el deseo de mi alma. En el silencio de la meditación, siento el abrazo cálido del Espíritu. Mis pensamientos se aquietan a medida que me dirijo a mi santuario interno. Abro mi mente a la presencia divina y me sosiego. Mis pensamientos se vuelven ondas que se elevan y motivan mi [...]"
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