El Fugitivo
No
hubiera querido estar en su lugar. Apenas habrían pasado unas horas cuando vino
a sentarse a mi lado. – Esta bello ese
niño- me dijo, de alguna manera ya su conversación empezó a perder interés, no
era que lo del niño no me importara era que desde dentro de mi empezaba a
sentir una urgencia a pararme y salirme de esa situación… Tratando de no hacer
mucho notar mi impaciencia me pare de la cama como si fuera al baño.. Ella
seguía conversando, no notaba o parecía no darse cuenta de que yo me alejaba o
no me interesaba en lo que se estaba diciendo.
Camine hacia la sala y empecé a sentir esa incomodidad si se pudiera
llamar de esa manera, que todavía no se como entender… Y el perro? Pregunte.
Y el
perro? La voz se empezó a elevar y con ello todo mi intento de mantener la
calma se iba al trasto. Ella se levanto de la cama, se dirigió a la cocina y
salió por la puerta de hierro… Pito!!! Pito!!!! Empezó a llamar, Pito!!!!! Ya
la casa no estaba igual, se rompió la calma, el equilibrio…. Al regresar hasta
donde yo estaba su rostro no era igual, los ojos grandes muy abiertos y esa
expresión de angustia que yo conozco tan bien… No está!!! No está!! Estoy
segura que yo no lo deje salir, debiste haber sido tu cuando metiste la
camioneta! Y empezó la guerra….
La noche
estaba negra, de esas noches oscuras en que todo parece tapado con un manto de
sombra. La tensión aumentaba, ella estaba fuera de si, sabía que era su culpa,
su descuido, que por estar hablando y no poner atención el perro, se había escapado.
Por mi parte no era el perro el que me preocupaba, ya en varias oportunidades
se había querido escapar. Cuando era
solo un cachorro respondía muy bien a las órdenes, se sentaba, se paraba y lo
miraba a los ojos a uno cuando se llamaba por su nombre. Un día por estar
jugando le cayeron encima muchas alfombras pesadas que se guardaban en una
cesta en el área de la planta generadora electr4ica y eso le lesiono una
patica. Duro cojeando unos días, y de solo verlo provocaba un instinto de darle
cariño y consentirlo, parecía un bebe pidiendo ayuda y siempre cuando lo miraba
a uno con esos ojos de almendra, nadie se podía resistir.
Desde
esa vez que se cuido y se consintió tanto, mas nunca volvió a hacer caso, se convirtió,
según su pensamiento en el dueño de la situación
y no quiso escuchar ordenes de nadie, el ponía las condiciones.
Pero
para ella él era más que una mascota, era su compañero fiel, su sombra
incondicional, en esos momentos duros en que las cosas no salían bien, Pito se
acercaba muy callado y sonreía inocentemente, y hacia todas las gracias posibles
para verla contenta, se paraba en dos patas, movía la cola, daba vueltas se subía
a las piernas, abrazaba en fin se valía de todos sus encantos y ella terminaba dándole
algo de comer y consintiéndolo y eso servía para cambiarle el ánimo.
Ahora
era su culpa, y eso la sacaba de control y encima lo que tenía que soportar….
- Es tu culpa, por no estar
pendiente, gritaba yo sin compasión, - Debiste
haber estado más pendiente, cuando no es que tengo que estar yo encima, que tal
que se pierda ese perro, pues tu veras que haces., porque lo quqe soy yo….. y seguía
la pelea , la pelea, ella trataba de defenderse con argumentos insostenibles y
mi voz se alzaba se alzaba algo como un calor se apoderaba de mi mientras abria
el portón del garaje para salir a buscarlos
Como está la noche de fría, y de oscura, y yo tener que salir a buscar a
ese perro. Me recriminaba y eso más me enfurecía
la rabia me invadía y sentía en el fondo como una sensación consciente de que
no me iba a poder controlar.
Los vecinos ya empezaban a
salir, - Pito se salió… Pito se salió… y
los muchachos salían de las casas para ayudar, para buscar, pero que
probabilidades habría de encontrar a un perrito negro muy pequeño que cualquier
cosa podía tapar, que cualquiera podía agarrar y que corría tan rápido que
nadie lo podía alcanzar? Sentí el frio
en el pecho y en la cara cuando arranqué
y de lejos pude ver las sombras y siluetas de los muchachos que la acompañaban
y llamaban y buscaban como por cumplir….
Decidí entonces bajar el tono de mi enojo y empecé a escuchar…. Da la vuelta –
Da la vuelta --- tu sabes como tienes que reaccionar…. En estos momentos no quería
escuchar… estaba demasiado molesto… cálmate reacciona no te dejes llevar…. La voz
era muy clara como siempre salía de adentro como una voz mía propia pero no es
igual.. sabía que a la final tendría que hacer caso, por que no iba a parar.. -
No veas la apariencia, afirma la verdad,- mantén la tranquilidad -, cálmate , - cálmate….
Me
acerque a buscarla, le pedí que se montara en la camioneta que juntos lo íbamos
a encontrar… se subió nerviosa, agitada en extremo, los ojos a punto de llorar
, el cabello un poco despeinado y esa expresión de angustia y de culpa… Como rápidos
reflejos que salen de dar las vueltas a un cuerpo brillante, su color cambiaba rápidamente
a veces naranja y rosado, para pasar a amarillo y naranja parecían que un arcoíris
se dibujaba suavemente entre su cuello y cabeza… el tubo de luz magnética que
parece tener peso pero que fluye del cuerpo suavemente, es algo tangible y fugaz… como si miles de pequeñas estrellas o
destellos de escarcha se sacudiera despacio, más parecido a como se mueven las
aves en el cielo o los peces en bandada cruzaran por su cuerpo danzando
acompasados a los movimientos de su cuerpo..
Algo me dice, claro que la podía escuchar perfectamente pero la visión de
su campo de luz me llamo la atención. Siempre me pasa apenas las luces empiezan
a aparecer mi estado cambia es como si pasara a otra forma de ver el mundo muy mágica,
muy real, nada parecido a lo que hay pero de una belleza incomparable aunque de
los mismo cotidiano y natural desde siempre a mis ojos no pasaba de ser más de
lo mismo en ese momento…
- Todo
va a salir bien…. Dios se encarga…. La voz se mantenía cerca.. por fin dije lo
que tenía que decir…. Todo va a a salir bien Dios se encarga…. Me calme. Ya no quería
discutir, sentí pena por ella por su preocupación y su reacción tan agitada y a
su lado empezamos a cruzar varias calles esperando encontrarlo… Ya no habían gritos
ni reclamos, ya no habían culpas ni culpables solo algo así como un calor suave
empezaba a llenarme y hacia un contraste agradable con el frio de la noche.
Los
faros de la camioneta no ayudaban mucho, en nuestro recorrido por esas calles
solas no se veía nada, a veces parecía que algún animal cruzaba pero no era
Pito, y para ella las esperanzas empezaban a desaparecer….
Todo lo
dejo en sus manos - dije yo ya no te preocupes…
todo va a estar bien…
Para!!!!
Para!!! Detén la camioneta….!!!! Si! debajo
de unas plantas de chaguaramo en la acera de una calle me pareció ver un collar
amarillo que se escondía de miedo en esa oscuridad. Pito!! Pito!! Grite.. me
miro a los ojos aterrorizado, y enseguida corrió hacia la puerta abierta y se subió
a mis piernas… Estaba agotado, su lengua rosada estaba más grande que el mismo
y su mirada de alegría no tenía comparación.
Ella ya estaba llorando, lo abrazaba y lo miraba y solo decía Pito Pito porque me haces eso???
La voz
se cayó…. Las chispas desaparecieron… todo volvió a la normalidad,… el viento
soplaba con un poco de más fuerza y se sentía ese frio de noche que se mete en
el pecho…. Nos dirigimos a la casa. Se había solucionado, nada había pasado, El
correcto sentir y el ajuste emocional adecuado cambian la realidad, se consigue
respuesta, se percibe que hay un Poder aun mayor siempre listo para actuar
cuando se llama a la acción. Los demás no
lo notan, después de ver los resultados
es todo tan normal, tan fácil, claro que podía pasar…
Sus
manos apartaban las hojitas y el cadillo del encrespado pelo de Pito.. Negro
como azabache parecía un cojín sentado en sus piernas… llegamos a la casa.
Acostamos al fugitivo y nos dispusimos a acostarnos… nada fuera de lo común todo el mundo contento, pero era una lección más
para aprender y era otra oportunidad para creer y saber que siempre hay respuesta.
13/06/2013
12:00 p.m.
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